Carta pedagógica: ¿Cómo formar niños curiosos? Claves para estimular la curiosidad

Carta de Club Libritos
Acompañamiento del libro: Descubre peluches

La curiosidad es una cualidad propia de la infancia. Es el principal motivante de los cientos de cuestionamientos que hacen nuestros peques a diario: ¿Por qué hay nubes en el cielo?, ¿Qué piensan los animales?, ¿Cuándo se inventó el día y la noche?, ¿Cómo se volvió salado el mar?, son algunas interrogantes con las que la curiosidad alborota la mente de nuestros niños.

Este es un fenómeno muy importante en el desarrollo de la niñez. La curiosidad es el primer gran motor de su aprendizaje, especialmente poderoso durante los primeros años. Sucede porque prácticamente todo a su alrededor es una novedad, motivando que pregunten por todo lo que ven y escuchan.

Podemos entender la curiosidad como la necesidad de averiguar algo mediante un proceso de investigación, observación y aprendizaje. Nos impulsa a buscar información sobre un tema para retroalimentar los conocimientos previos del mismo.

“La curiosidad nos guía por nuevos caminos”.
(Walt Disney)

 Ejercer nuestra curiosidad significa buscar un aprendizaje continuo sobre un tema, lo cual nos incentiva a adquirir conocimientos y ayuda en la comprensión del mundo que nos rodea. Es un interés que, al ser cultivado, crece en medida de cuánto es impulsado. Asienta las bases del conocimiento objetivo, motiva la investigación y la creatividad conforme va saciando el interés por aprender.

Los niños curiosos también experimentan una fuerte sensación de satisfacción al investigar y experimentar, expanden su criterio de acuerdo a las comprobaciones que realizan, sobresalen en diversas áreas de estudio y son felices cultivando sus conocimientos.

Cuando los pequeñitos superan la edad de 2 años, comienzan a crecer y desarrollarse muy rápido. Es en esta etapa cuando comienzan a independizar sus procesos. Aprenden a comer solos, a caminar y a hablar; más adelante aprenden a ir al baño por su cuenta y algunos comienzan a asistir a la guardería o el jardín de niños. También es la etapa en que su curiosidad se expande a otros terrenos donde antes no tenían acceso; tienen a su alcance nuevos lugares para investigar y satisfacer esa cosquilla en forma de pregunta que hay en su interior.

Debemos poner especial atención cuando comienza este proceso, pues será importante incentivar sus capacidades desde esta etapa. Se trata del momento en que comienzan a cuestionar todo a su alrededor. Desde que aprenden a hablar (entre los 2 y 3 años) uno de los principales temas de charla será preguntar cosas. Puede que comiencen a obsesionarse con algún tema, y darán vueltas y harán preguntas sobre lo mismo durante días.

Muchas veces la capacidad de respuesta de un adulto se ve rebasada por los cuestionamientos, en esos casos es bueno tener herramientas en casa para saciar el apetito de conocimiento de nuestros niños. Materiales de apoyo como libros, diccionarios, enciclopedias, revistas, almanaques, etcétera, serán de gran ayuda para sacarnos de más de un apuro. Evita respuestas evasivas o simples, a veces es complicado despejar la mente un momento; en lugar de responder a la ligera opta por pedirle tiempo al pequeño para pensar en una respuesta. Enseñarles a buscar respuestas en internet puede ser una buena herramienta si cuentan con la supervisión adecuada.

Consejos para incentivar la curiosidad

Incentivar la curiosidad en tu pequeñito es una excelente manera de invertir su tiempo. Estos sencillos consejos les ayudarán a motivar su curiosidad para hacerla crecer.

  • Responde a sus preguntas. No importa si repite la misma pregunta una y otra vez, busca la manera de generarle nuevas interrogantes. Si hacen una pregunta que no podemos contestar, busquen juntos la respuesta.
  • Proporcionar materiales de apoyo. Es más sencillo dotar de herramientas a niños que ya saben leer, en cambio con los pequeñitos que están en proceso de aprender les servirá como estímulo para apurar en su aprendizaje. Existen enciclopedias y revistas especializadas en divulgación científica para niños, son una buena opción para evitar artículos con términos complicados.
  • Aumenta la complejidad. Una vez hayan acabado con los materiales de apoyo diseñados para su edad, pueden adquirir literatura un poco más compleja. Subir de nivel le motivará a seguir investigando los temas que le gustan.
  • Eviten la rutina. Aprendemos más cuando nos divertimos, y nos divertimos cuando aprendemos cosas nuevas. Rompan con la rutina de leer encerrados en casa o investigando en la computadora. Salir a un museo o a la presentación de un libro son buenas propuestas para variar sus actividades.

Y por último, pero no menos importante, aprendan juntos. Lean juntos, investiguen juntos y pasen momentos increíbles juntos. Tu acompañamiento es la clave para que pueda alcanzar sus objetivos.

“El aburrimiento se cura con curiosidad. La curiosidad no se cura con nada”. (Dorothy Parker)

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