Carta pedagógica: Una dieta saludable para tu pequeñito

Carta de Club Libritos
Acompañamiento del libro Busca y encuentra, los olores, las frutas

A partir de los 2 años de edad, el crecimiento de tu bebé se desacelerará, pero seguirá creciendo y desarrollándose todos los días, por lo que deberás seguir priorizando ofrecerle una alimentación balanceada que le ofrezca los nutrientes necesarios para crecer fuerte y sano.

Entre sus 6 y 24 meses de edad tu peque experimenta una transición en la composición de su dieta, pasa de tomar exclusivamente leche materna o de fórmula para comenzar a probar alimentos sólidos que le proporcionan una nutrición adecuada para su desarrollo, conociendo nuevos sabores y texturas.

Por su parte, un niño de 2 a 3 años requiere un consumo de entre 1000 y 1400 calorías diarias aproximadamente, dependiendo de su tamaño, peso y nivel de actividad física que tenga. A esa edad debería de estar acostumbrado a una alimentación diversa y variada, es momento para seguirle presentando nuevos alimentos, educarle con respecto a los modales en la mesa y enseñarle a comer solo.

Durante esta etapa debe realizar al menos cuatro comidas diarias como desayuno, almuerzo, comida y cena. La ingesta diaria de alimentos debe ser lo suficientemente rica en nutrientes y carbohidratos para remediar el desgaste físico y mental que tenga.

Es importante sentar las bases de una nutrición adecuada desde las primeras etapas de crecimiento, por eso no olvides la importancia de los siguientes alimentos para incluirlos en su dieta cotidiana:

Proteínas de origen animal.

La leche es un alimento básico para los niños. Esto debido a la necesidad de calcio. Diariamente pueden tomar entre 700 ml y 1 litro.

También la carne aporta hierro, zinc, proteínas y vitamina B12, nutrientes necesarios para la formación de las células de sangre y el desarrollo del sistema nervioso. Se recomienda limitar el consumo de embutidos.

El pescado es otra fuente de proteínas, además de ser fuente de vitaminas A, D y B12, así como ácidos grasos Omega 3, necesarios para el desarrollo del sistema nervioso central y de la retina. Los pescados y las carnes magras son más ricas en nutrientes.

Por último, pero no menos importante, el huevo es rico en proteínas y aminoácidos, además de ser fácil de digerir. Aporta vitaminas del grupo B, vitaminas A, D, E y K, además de hierro, fósforo, zinc, yodo, manganeso y selenio.

Frutas y verduras

Esta etapa es perfecta para inculcar en los pequeñitos la costumbre de comer frutas y verduras como parte de su dieta diaria. Pueden consumir los vegetales crudos o cocidos, planea la composición de las comidas con alimentos varios en colores, olores, sabores y texturas para llamar su atención.

Legumbres Tienen una composición rica en vitaminas y minerales, además de tener un aporte de carbohidratos de absorción lenta (elevan los niveles de azúcar en la sangre de manera gradual), no contienen grasas, son baratas, pueden prepararse de muchas formas y son perfectas para combinar con otros alimentos.
Cereales y pastas

Son ricos en proteínas, vitaminas del grupo B y fibra, además de ser una fuente importante de carbohidratos. Se considera uno de los grupos de alimentos más completos.

 Grasas vegetales

Todos los tipos de grasas son necesarias para el correcto funcionamiento del organismo, pero deben priorizarse los alimentos con grasas monoinsaturadas como las provenientes de aceites vegetales. Se considera el aceite de oliva como la mejor opción, aunque todas las grasas vegetales son recomendables, a excepción del aceite de coco y el de palma.

 

 Así como hay alimentos que se recomienda incluir en la dieta de los niños, hay algunos que se deben limitar por su bajo aporte nutricional.

 

Azúcares añadidas

Se conoce así al azúcar de origen industrial, ya que los alimentos como frutas o leche contienen azúcares en su composición. Endulzantes, jarabes y azúcar refinada son ejemplos. Evita refrescos, bebidas energéticas o deportivas.

Grasas saturadas y trans

Las carnes rojas contienen una gran cantidad de grasas saturadas. Regula su consumo y evita elegir cortes de carne ricas en grasa, opta por cortes de carne magra en su mayoría. Los alimentos industrializados que contienen aceite parcialmente hidrogenado contienen un gran aporte de grasas trans.

Sodio

La enorme mayoría de chucherías y golosinas que venden en las tiendas de autoservicios tienen un aporte de sodio excesivo. Enseña a tu pequeñito a escoger botanas de origen natural en lugar de papitas o galletas. Revisa las etiquetas de los productos que compran en el supermercado para elegir productos bajos en sodio.

 

Todas estas recomendaciones deben adaptarse a las necesidades particulares de tu pequeñito. Un acompañamiento adecuado para tu hijo le proporcionará una dieta saludable y adecuada para que pueda crecer fuerte y sano, además le dotará de buenos hábitos alimenticios para mantener un estilo de vida sano.

Recuerda siempre consultar con tu pediatra el momento adecuado para incorporar nuevos alimentos en la dieta de tu pequeño, él, junto contigo, son quienes mejor conocen las necesidades alimenticias, así como alergias o intolerancias que tu pequeño pueda tener.

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