Cómo el Deporte Transforma la Infancia: Salud, Confianza y Diversión

 El papel del deporte en la infancia

Practicar deportes no solo ayuda a los niños a estar sanos y desarrollarse mejor físicamente, también tiene beneficios en su salud mental y en su desarrollo interpersonal. Cuando encuentran un deporte que no solo les gusta, sino que les apasiona, pueden crear un hábito de por vida.

Entre los beneficios que tiene el deporte, ayuda a los peques a relacionarse saludablemente en equipo, a seguir reglas, a respetar tanto a compañeros como a contrincantes y a trabajar en un objetivo en común. Para los pequeñitos, el deporte es ante todo juego y diversión. También están los varios beneficios a la salud que conlleva: previenen enfermedades que se manifiestan en la edad adulta, como obesidad u osteoporosis, y ayudan a superar otras que pueden padecerse en la infancia, como el asma. Apoya también en un correcto desarrollo de huesos, músculos y al desarrollo de un sistema cardiovascular sano.

No olvidemos mencionar las contribuciones en la salud mental, pues aporta confianza y seguridad, lo cual beneficia su autoestima y su forma de interactuar con otras personas. Es recomendable que, a partir de los 6 años, realicen una hora de actividad física al día, ya sea mediante juegos como las escondidas, que implica movimientos y carreras, o actividades en equipo o individuales, como el basquetbol y la natación.

Para promover un estilo de vida activo, debemos permitirle a los niños no permanecer sentados desde que aprenden a dar sus primeros pasos, animándolos a jugar, a andar y divertirse activamente en lugar de permanecer con un estilo de vida sedentario.

Para fomentar la práctica deportiva, deben encontrar un deporte que le llame la atención a su peque, nunca deben obligarlo a hacerlo para complacer a alguien. Esto hace más sencillo que lo adopten como una disciplina, siendo constantes, teniendo determinación y la motivación de algo que les genera alegría como motor de su motivación, además del apoyo de mamá y papá.

Actualmente, la tecnología ha revolucionado la forma en la que vivimos, provocando que muchas personas en el mundo tengan hábitos de vida sedentarios. Las consolas, los teléfonos móviles, la televisión y los servicios de streaming hacen que los niños opten por dejar de lado el ejercicio físico por buscar entretenimiento en cualquiera de estas actividades, lo cual puede provocar consecuencias negativas. Podemos mencionar problemas de salud como el sobrepeso o la obesidad, la diabetes e hipertensión infantil, entre otras enfermedades provocadas por un estilo de vida alejado del ejercicio.

Puede ser difícil que una niña o un niño entiendan la importancia de habituarse a realizar actividad física, por eso el papel de sus padres es fundamental para promover la práctica de este buen hábito. Para motivarle a los pequeñitos, podemos platicarles acerca de los múltiples beneficios del deporte. Entre tantos, tal vez les interese conocer los siguientes: 

• Favorece el crecimiento físico y la salud mental. La estimulación que se produce en el tejido óseo y muscular favorece el proceso de crecimiento y maduración física. Ayuda también en el desarrollo de capacidades como la percepción espacial, la coordinación, la agilidad y el equilibrio. Nos permite conocer y admitir las limitaciones de nuestro cuerpo, mejorando el autocontrol, fomentando la idea de respeto hacia nosotros mismos y hacia el cuerpo de los demás.
• Corrige y previene problemas de salud. Previene problemas de salud como el sobrepeso o la obesidad. Además, mantiene activo nuestro sistema inmunológico, y los ejercicios de fuerza y elasticidad corrigen la postura, ayudando a fortalecer los músculos y huesos.
• Favorece la creación de hábitos. Un estilo de vida deportivo conlleva una serie de hábitos saludables además de la práctica constante de actividad física, como una alimentación equilibrada, una buena higiene y una organización óptima del tiempo.
• Es una práctica constante de responsabilidad y respeto. Practicar un deporte implica una responsabilidad, con los entrenamientos, los profesores, las competencias, los demás miembros del equipo o compañeros de práctica. La responsabilidad y el respeto están relacionados al compañerismo, el compromiso y el esfuerzo.
• Ayuda a superar la timidez y potencia las habilidades sociales. La práctica deportiva ofrece una oportunidad para socializar con niños y niñas con gustos diversos, lo que fomenta sus habilidades para conversar y convivir con personas. En el ejercicio deportivo, los peques también aprenden habilidades de liderazgo, resolución pacífica de conflictos y a mantener una comunicación positiva entre sus compañeros.
• Motiva el esfuerzo. Un aumento del esfuerzo tiene un resultado positivo, planteando desafíos a corto, mediano y largo plazo en sus entrenamientos pueden conseguir alcanzar sus objetivos, ya sea de manera individual o en equipo.
• Reduce el estrés y mejora el rendimiento académico. En su mayoría, los niños que practican con regularidad algún tipo de deporte desarrollan una mejor capacidad de concentración, lo que favorece su rendimiento escolar. Además. Combate el estrés y la depresión.
• Aumenta la autoestima. La superación de retos hace que los pequeños se sientan más seguros al enfrentarse a nuevos objetivos. Ganan confianza en sí mismos cuando perciben los frutos de su esfuerzo, desarrollando mejores habilidades mediante la práctica constante y disciplinada. Cuando son reconocidos por sus avances, mejoran su autoestima y su motivación.
• Incentiva el trabajo en equipo. Los deportes nos enseñan a colaborar, lo cual ayuda a los peques a aprender que cuando sumamos el esfuerzo de varias personas es más sencillo apoyarnos para alcanzar juntos la meta.
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Los niños tienen derecho a practicar deportes, ya que moviliza las emociones y sentimientos en su interior, beneficia su salud física y mental, promoviendo actitudes y comportamientos positivos a través de los valores que transmite.

 

No existe un deporte perfecto en específico, pues sin duda todos son muy beneficiosos. Aunque es fundamental tener en cuenta la edad, los gustos y habilidades de tu peque antes de inscribirlo, además de las características y exigencias de cada deporte. Es aconsejable que prueben con varios deportes, en lugar de enfocarse exclusivamente en uno. Con el tiempo y después de haber probado con varios ya pueden escoger cuál es su favorito.

 

A partir de los 6 años los pequeñitos pueden practicar actividades regidas por normas. Antes de esa edad es recomendable introducirlos poco a poco, con estímulos graduales sin que haya metas establecidas. Algunos de los más recomendables y sus principales beneficios son:

• Natación: Es un deporte muy completo, pues ejercita las extremidades, la respiración y el sistema cardio vascular. Los niños pueden comenzar a practicarla desde muy pequeñitos, incluso siendo bebés.
• Futbol, basquetbol y otros deportes en equipo: Son bastante populares y aportan una serie de beneficios, pues trabajan la coordinación, la fuerza, velocidad y resistencia, además de valores como el compañerismo, la integración y el trabajo en conjunto.
• Gimnasia: Trabaja la coordinación, la fuerza y flexibilidad.
• Danza: Es una actividad física muy completa, además de que se asocia con las artes escénicas y la música.
• Artes marciales: Favorece la disciplina y los valores. Aumenta la autoestima, la seguridad, la capacidad de poner atención y trabaja en el equilibrio, la fuerza, la coordinación y flexibilidad de los peques.

 

Son múltiples los aportes que tiene el beneficio para la vida de los niños, desde los beneficios a su salud hasta la oportunidad de experimentar vivencias que los preparan para adquirir habilidades, no solo físicas, sino también sociales y psicolóºgicas, poniéndolas en práctica en su vida diaria. No olvidemos que el objetivo es pasarla bien y divertirnos, no hay porque tomarse una competencia como personal, sino como una oportunidad para mejorar nuestras habilidades y compartir un rato con amigos y aficionados a la disciplina que más nos gusta de forma sana.