Juegos didácticos para desarrollar la creatividad de los niños

Si bien es cierto que los niños son muy creativos, también es bastante certero pensar que la creatividad es un aspecto de la inteligencia y cómo el cerebro es un músculo, este debe ser entrenado para que los niños puedan potenciar su creatividad.

Es importante entender que el camino de la creatividad es similar al de la imaginación.           Por lo que podemos intuir que mientras más imaginación tenga un niño, mayor será su capacidad creativa.

Podemos definir la creatividad como “la capacidad o facilidad para inventar o crear”. Todas las personas tenemos esa capacidad para imaginar e inventar, al punto que podemos materializar estas ideas, por lo cual es una habilidad bastante útil, ya no solo para la formación escolar, sino para la vida en general, en su ámbito social, familiar y emocional.

¿Cómo podemos fomentar esta habilidad en los niños? A través del juego, siempre es la opción más viable para enseñarle a los pequeños, de manera práctica y divertida.

Por sí mismos los niños desarrollan su imaginación y creatividad, pero si únicamente cuentan con el mismo juguete o están limitados a pasar mucho tiempo frente a la televisión o un dispositivo móvil, es posible que no puedan explotar su propia capacidad creativa.

 Para proporcionarles un ambiente estimulante hay que destinarle un espacio al juego. Este puede ser en su habitación, la sala de estar o un área del patio o jardín. Es importante que el niño sepa que ese es su lugar y que podrá jugar cuantas veces quiera y por el tiempo que él o ella escoja. El juego al aire libre es además de una excelente alternativa para fomentar la imaginación, una forma de incentivar el gusto por actividades saludables en entornos naturales.

 

 

Otro aspecto relacionado con la idea anterior es la variedad de los juguetes. Debemos tener en cuenta que con variedad nos referimos a la diversidad de juguetes y juegos para fomentar su imaginación. Por ejemplo, procura que el niño tenga a su disposición juguetes con los que pueda construir o crear algo (bloques tipo lego, rompecabezas, hojas y lápices para dibujar, plastilina, masa moldeable, etc.) así como también juegos estructurados como el juego de memoria, juegos de mesa, cochecitos o trenes de juguete, animales de plástico, muñecas, etc.  Esta variedad te ayudará a reconocer con qué tipos de juguetes se siente más a gusto tu peque.

 

Para estos juegos que son ampliamente dinámicos, los niños pueden ocupar objetos cotidianos que tengan a la mano en casa. Ofrecerles material reciclado, como cajas de cartón, hojas recicladas, empaques de unicel y lápices, crayolas, rotuladores, plastilina, esponjas, cinta adhesiva y otros materiales para decorar sus creaciones. A partir de estos elementos pueden crear, por ejemplo, una nave espacial con una caja, o un lienzo para pintar con una camiseta vieja. La clave aquí se encuentra en no imponerles criterios de creación o normas a la hora de usar su imaginación. Claro, eso de no imponer reglas no aplica cuando se trate de recoger y mantener limpia su área de juegos.

 

 

Los cuentos son una excelente alternativa para asimilar aprendizajes. Incluso pueden crear los propios con ayuda de un diccionario. Solo necesitan abrirlo para escoger una página al azar y señalar una palabra. Apúntenla y escojan otras dos palabras de la misma página para también apuntarlas. La actividad consiste en crear una historia corta con esas tres palabras. Así el niño podrá escribirla o contarla de forma oral. ¡Así podrá comenzar a inventar sus propios microrrelatos!

Cocinar puede ser una actividad alternativa para estimular la imaginación y la creatividad de los pequeñitos. Pueden plantear la actividad como un laboratorio creativo para crear experimentos deliciosos. Procura acompañar a tu peque y ayudarle a preparar sus recetas para evitar accidentes, así podrán crear platillos riquísimos únicamente cambiando algunos ingredientes. Por ejemplo, pueden preparar hot cakes rellenos y escoger el relleno entre varias opciones, como Nutella, cajeta, queso crema o mermelada. Otra forma es preparando galletas, así los niños pueden utilizar la masa como si se tratase de plastilina, haciendo diferentes formas como estrellas, corazones, hojas, etc.

El juego simbólico es ideal para estimular la creatividad de los niños, que encarnan diferentes personajes. Como crear una obra de teatro, jugar a la familia, a la escuela, a la consulta médica, a que son artistas, exploradores… El límite siempre será su imaginación.  A partir de estos juegos de rol, pueden utilizar estas historias que crean en su cabeza para reproducir situaciones que pueden ocurrir en su entorno diario. A través de esta forma un poco burda de actuación, pueden adaptar su vestimenta y juguetes como disfraces o materiales para adecuar su espacio de juegos a la historia que reproducen en su imaginación.

 

 

Esta sencilla actividad consiste prácticamente en cambiar el final de un cuento, puede ser el preferido de tus hijos o uno que acaban de conocer. Anímalos a escoger todo tipo de cuentos e historias. Por ejemplo, la clásica historia de los tres cerditos puede ser interrumpida por la aparición de la mamá del lobo buscando a su hijo para darle una lección de buenos modales, o la historia de blanca nieves puede dar un giro interesante al aparecer un príncipe azul montando una motocicleta en lugar de un caballo blanco.

Una silla sirve para sentarse, una mesa para comer o estudiar, pero… ¿Para qué más pueden servir?, ¿y qué tal una patineta, una escoba o una pelota de tenis? La idea es que los niños vayan pensando en funciones diferentes para cada objeto, más allá de su función normal. Es una actividad que estimula la destreza mental y la agilidad para imaginar de los niños.

 

Hay muchos juegos y actividades que podemos realizar con los peques para estimular su carácter creativo, hemos repasado solo algunos ejemplos, pero, ¿qué más podemos hacer, como padres y madres, para favorecerla? Te compartimos algunas ideas a continuación.

• Conocer sus gustos, intereses y aficiones.
• Estimular su autoestima y autoconfianza (cuando confían en ellos mismos, los niños pierden el miedo a intentar cosas nuevas)
• Animarlos a que se conozcan a sí mismos y empujándolos a salir de su zona de confort
• Hacerles preguntas inesperadas, preguntas abiertas y a veces incómodas para invitarlos a reflexionar
• Fomentar su perseverancia y esfuerzo continuo cuando encuentren alguna situación que se les dificulte
• Felicitarlos por sus logros y las veces que se esfuerzan por conseguir sus objetivos, así sean pequeños para ellos tendrán un gran significado, y tu reconocimiento será un enorme gesto de tu parte

En resumen, los juegos didácticos no solo son una forma divertida de mantener entretenidos a los niños, sino que también son una herramienta poderosa para nutrir su creatividad y potencial. Al proporcionarles oportunidades para explorar, imaginar y experimentar de manera educativa, estamos preparándoles el camino para un futuro lleno de posibilidades.

Así que mamá y papá, anímense a incorporar estas actividades en las rutinas de sus pequeños. Al hacerlo, estarán cultivando no solo su creatividad, sino también sus habilidades cognitivas, sociales y emocionales que les serán fundamentales para su desarrollo. Permítanle a los pequeñitos descubrir, aprender y crear con una sonrisa en el rostro y una mente llena de curiosidad.

Recuerden que cada juego es una oportunidad para aprender, reír y crecer. La creatividad es el camino hacia la autenticidad y el éxito en la vida de los niños. Que los juegos les inspiren a explorar el mundo que les rodea y a construir un futuro lleno de ideas brillantes y logros extraordinarios.