La importancia de la lectura en el desarrollo infantil

La lectura es una actividad que contribuye tanto al desarrollo cognitivo del cerebro como al bienestar emocional de los niños. En promedio, los pequeñitos comienzan a adquirir la capacidad de leer entre los 5 y los 7 años, momento en el que su cerebro se encuentra en la maduración adecuada para comenzar con sus primeras lecturas.

Leer es un proceso interactivo en el que se establece una relación entre el texto y el lector, lo cual contribuye al desarrollo de las áreas cognitivas del cerebro y a su desarrollo emocional. La importancia de adquirir este hábito desde la niñez se basa en que genera habilidades para facilitar el estudio, adquirir conocimientos y la posibilidad de que los niños y niñas experimenten sensaciones y sentimientos con los que disfrutan, maduran, aprenden, ríen y sueñan.

• Genera un vínculo entre niños y padres. Ya que es un proceso que debe ser enseñado. De este modo los niños cuentan con apoyo y compañía para aprender y poner en práctica este hábito.
• Mejora el rendimiento intelectual. Al ejercitar su memoria, poniendo en práctica su imaginación, acrecentando su lenguaje y promoviendo el razonamiento abstracto.
• Promueve la inteligencia emocional. Despertando su capacidad de empatía, reflexión, autoconciencia, motivación y autorregulación.
• Incentiva su autoestima y autoconcepto. A través de cuentos e historias imagina diversas situaciones donde se pone en el papel del protagonista.
• Aumentan sus conocimientos. Tanto del mundo que lo rodea como de su mundo interior. Imagina futuros posibles, entrenando para la vida desde una situación imaginaria.
• Familiariza al pequeño con el estudio continuo. Despertando su interés por investigar y encontrar libros, historias o cuentos nuevos.

El principal problema al que se enfrentan hoy en día padres y educadores es que los medios digitales han influido de forma negativa en el hábito de la lectura. A menudo es frecuente ver niños entretenidos con tablets o smartphones desde una temprana edad, antes incluso de aprender a leer o escribir. Es importante aprovechar esta etapa en la que los peques están ávidos de recibir información para despertar en ellos la curiosidad innata que tienen mediante la lectura de un libro.

Por ello es importante escoger adecuadamente títulos para la etapa evolutiva de los pequeños, que sus temáticas resulten atractivas, sean interactivos y promuevan su desarrollo, tanto intelectual como emocional.