Superando retos: Cómo ayudar a tu peque con dificultades de lectura

Hablamos de dificultades de lectura cuando una personita tiene problemas para leer, escribir o para entender lo que dice un texto. En el ámbito terapéutico se les conocen como trastornos de la lectoescritura, y por lo general, se refieren a dificultades para leer palabras, ya sea de forma individual o para comprender las ideas principales de los textos.

La mayoría de los trastornos de lectura se deben a diferencias específicas en la manera en que el cerebro procesa palabras y textos escritos. Generalmente, estas diferencias están presentes desde una edad temprana.

Los trastornos de lectoescritura no son un tipo de trastorno intelectual o del desarrollo y no son un signo de poca inteligencia, y mucho menos de falta de voluntad para aprender de un niño. Aunque lo más común es que estas dificultades aparezcan desde el momento en que un pequeño aprende a leer, algunas personas pierden la capacidad de hacerlo después de una lesión en el área del cerebro relacionado con la lectura. Este tipo de trastorno se llama alexia.

Los principales trastornos de lectoescritura son:

• Dislexia: Es un trastorno de la lectura que afecta la capacidad de leer, aunque las personas que lo padecen tienen una inteligencia normal. Los síntomas más comunes incluyen dificultades para pronunciar las palabras, comprender palabras escritas y nombrar objetos rápidamente. Puede variar en intensidad y se manifiesta desde temprana edad. A menudo se diagnostica durante la infancia y requiere de evaluaciones múltiples para determinar las necesidades específicas del niño. Una intervención temprana, así como la repetición de ejercicios de fonética, pueden ser efectivos para mejorar las habilidades de lectura y escritura.

• Hiperlexia: Es una condición en la que las personas muestran habilidades avanzadas de lectura, pero tienen dificultades para comprender lo que leen o para leer en voz alta. Hay tres tipos de hiperlexia: tipo 1, donde los niños aprenden a leer a una edad temprana, pero no desarrollan dificultades posteriores; tipo 2, asociada con el Trastorno de Espectro Autista y presenta síntomas como evitar el contacto visual con las personas o la interacción física; y de tipo 3, donde los niños desarrollan una buena comprensión lectora, pero carecen de un desarrollo en su lenguaje verbal, aunque estos síntomas desaparecen con el tiempo.

Estas condiciones afectan el desarrollo de las destrezas de lectura de los pequeñitos de diferentes maneras, requiriendo de un diagnóstico correcto para acceder a un tratamiento adecuado que ayude a remediarlos para asegurarles una mejora o un remedio en su condición.

Algunos peques pueden tener habilidades normales de lectura, pero experimentar dificultades para comprender los textos. Los trastornos de lectura también pueden implicar problemas con habilidades específicas:

• Decodificar palabras: Hay quienes tienen dificultades para pronunciar palabras escritas y se esfuerzan por hacer coincidir las letras con sus sonidos, por lo que al leer dividen las palabras.

• Fluidez: Cuando carecemos de fluidez lectora tenemos dificultades para hacerlo de forma rápida, precisa y con una expresión adecuada (respetando signos de admiración, interrogación y signos de puntuación)

• Comprensión deficiente de la lectura: Una comprensión de lectura deficiente conlleva problemas para entender las ideas principales de los textos.

Cuando los niños pequeños están atrasados en sus habilidades lectoras, lo primero que debemos tener en cuenta es su edad. No todos los niños se desarrollan al mismo ritmo y las diferencias pueden ser incluso más marcadas en los niños de menor edad. Otro factor es la herencia, ya que estas dificultades suelen presentarse en miembros de una misma familia. 

Hay niños y niñas que piensan y aprenden de manera diferente, y esas diferencias pueden causar dificultades en su proceso de lectura. El proceso de lectura es complejo y consta de muchos componentes. Un buen lector necesita desarrollar 5 destrezas al comenzar su recorrido por la lectura:

 

• Reconocer los fonemas: Es la capacidad de identificar y emplear sonidos individuales en las palabras. El reconocimiento de fonemas ayuda a los pequeños a aprender mejor el lenguaje y mejorar sus capacidades de lectura.

• Fonética: Es la relación entre las letras en el lenguaje escrito y los sonidos individuales del lenguaje hablado. La fonética es una destreza esencial que los niños emplean para leer y deletrear, reconociendo palabras al instante.

• Vocabulario: Es la colección almacenada de palabras que irá aumentando conforme crezca y el niño vaya empleando en sus conversaciones y lecturas.

• Fluidez: Es la capacidad de leer un texto con precisión, rapidez y buena expresión.

• Comprensión: La comprensión nos ayuda a entender, recordar y darle sentido a lo que leemos.

Los pequeñitos con problemas con uno o varios de estos componentes pueden tener dificultades para leer y escribir.

¿Cómo ayudar a un niño con dificultades de lectura?

Es importante actuar pronto al observar los primeros indicios de problemas con el lenguaje hablado, las rimas, la pronunciación o la búsqueda de palabras, especialmente si tienen antecedentes familiares. La intervención temprana es esencial porque una instrucción efectiva fomenta las capacidades de aprendizaje de un niño y previenen la ansiedad, la depresión y la autoestima baja que pueden conllevar.

Leer el mismo libro una y otra vez lentamente ayuda a los niños que tienen dislexia. De este modo, aprenden a concentrarse en una sola palabra a la vez y desarrollan un ritmo de lectura natural. Leer en voz alta ayuda a los niños con dislexia a decodificar palabras desconocidas y a desarrollar fluidez y confianza. Otra alternativa es escuchar audiolibros.

No duden en hablar con los maestros y el pediatra de su hijo si es que tienen alguna inquietud en su desarrollo, para que pueda recibir el apoyo adecuado que resulte en una mejora de su condición.

Cada niño es único y puede enfrentar sus propias dificultades en el proceso de aprendizaje. Lo importante es recordar que esas dificultades no definen su inteligencia ni el potencial que yace en su interior. Con el apoyo adecuado y la paciencia pueden enfocar su desarrollo en esas habilidades, pudiendo superar sus desafíos. Sigan fomentando el amor por la lectura, celebrando cada pequeño logro como muestra de su apoyo inquebrantable.

La lectura es una puerta hacia innumerables mundos de conocimiento y aventura, y con la atención y orientación adecuadas, todos los niños pueden desarrollar las habilidades necesarias para abrirlas.